Adxuntamos manisfesto
Ser mujer es un factor de riesgo. La violencia de género es una de las principales causas de muerte entre las mujeres. Según la OMS, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física, psicológica o sexual y en la mayoría de estos casos es infligida por su pareja.
Desde el año 2010 se han registrado 1.079 asesinatos a mujeres en este país. Dado que las cifras oficiales sólo toman en cuenta aquellos feminicidios en los que se presenta un vínculo sentimental, si hacemos el conteo de lo que llevamos del año 2019, a las 53 víctimas oficiales habría que sumarle otras 40 más que no entran en las estadísticas, como las madres, hijas, compañeras de trabajo, hermanas y por supuesto, las prostitutas. Por lo que la cifra en total, ascendería a 93 feminicidios.
A todo esto, además se le suma que en España, cada 5 horas, una mujer es violada. Y a nivel global, se estima que 200 millones de niñas y mujeres han sufrido algún tipo de mutilación/ablación genital femenina. Por eso y con motivo del 25N, la Agrupación de Mujeres por la Igualdad de Carballiño queremos unir nuestras voces y fuerza para manifestar la repulsa contra todo tipo de violencia ejercida contra la mujer. Los últimos años de crisis económica y social, en combinación con las políticas neoliberales, han reforzado el sistema capitalista patriarcal, en detrimento de la sostenibilidad.
A los recortes en los servicios públicos realizados en los últimos años, se une un ascenso de las fuerzas políticas restrictivas de libertades a nivel global. Mientras los feminicidios –que son la expresión más brutal de violencia contra las mujeresaumentan, las instituciones y el poder judicial se muestran cómplices al no poner los medios suficientes para prevenir y combatir esta lacra.
Es urgente incidir en ello para que los Estados cumplan con sus obligaciones de promover acciones de prevención, medidas de protección de los derechos de las mujeres y acciones claras contra la impunidad. Estos feminicidios no son simples números. Son vidas arrebatadas por la violencia patriarcal, son un espejo que nos refleja la expresión máxima de la desigualdad estructural.
Tienen rostro y tienen nombre, por lo que aprovechando la voz que nos aporta este manifiesto queremos dar hoy a todas estas mujeres asesinadas el homenaje de recordarlas. Si bien el feminicidio es la parte más visible de la violencia, hay que partir de la base de que, para llegar a ese punto, antes las mujeres se enfrentan a múltiples violencias.
Algunas son explícitas, como las violaciones, agresiones físicas, insultos, abusos sexuales, etc. Otras, sin embargo, son más sutiles como la humillación, desvalorización, culpabilización, anulación, el lenguaje sexista, los micromachismos y un largo etcétera. La violencia contra las mujeres y niñas es la violación de DDHH más generalizada internacionalmente; un problema con dimensiones de epidemia mundial. Y a pesar de ello, sigue siendo una situación naturalizada, en algunos casos hasta invisibilizada, (como cuando se trata de violencia sexual) o simplemente no es abordada de manera eficaz por los estados.
Desde distintas regiones del planeta, los movimientos feministas y de mujeres continúan luchando por el derecho de las mujeres a vivir libres. Su lucha articulada y constante ha conseguido importantes logros a pesar de los silencios, conflictos, amenazas y en algunos casos asesinatos a mujeres defensoras de sus derechos. Por eso hoy, 25 de noviembre, nos unimos a la lucha global contra todas las formas de violencia de género.
Exigimos a los gobiernos una apuesta firme en contra de la desigualdad, el desarrollo de políticas sociales, que se promuevan acciones de prevención y educación en igualdad y no violencia, que se proteja a las mujeres, se realicen las reformas pertinentes en el CP y que se actúe de una vez por todas contra la impunidad. Alentamos también a toda la ciudadanía a sumarse a la lucha, pues solo así conseguiremos sociedades realmente justas y que las generaciones futuras vivan en igualdad.