Sota, caballo, rey

Miguel Mosquera Paans, escritor


Además de otras, si hay una institución esencial para el funcionamiento de una democracia, es sin duda los partidos políticos, quienes canalizan la voluntad de la soberanía popular. De ahí la importancia de velar por preservar su existencia y perdurabilidad como forma de materializar las aspiraciones del electorado, respetando la diversidad ideológica y la libertad de opinión, respondiendo a las distintas necesidades que el país reclama a través de sus representantes.

AVANTAR ACTIVIDADES

Aceptando que dentro de una formación política puedan darse distintas corrientes y criterios, su continuidad está condicionada a la cohesión, la unidad del mensaje y la disciplina de voto, así como su estabilidad jerárquica.

Es este último punto, junto al liderazgo, acostumbra a ser la fuente de conflicto de las ambiciones de su integrantes, en ocasiones motivadas por simple avidez y en otras por necesidad ante los distintos roces que la convivencia conlleva.

Tal es el caso del choque de trenes entre la presidenta de la Comunidad madrileña y el presidente nacional del PP, una cuestión que no es baladí porque evidencia anteriores desavenencias que, al parecer, nunca quedaron resueltas con la designación de Pablo Casado como solución de continuidad.

Porque si hay una evidencia es que este país, salvo excepciones, adolece de líderes en primera fila, y más aún lideresas, a las que un empujón de fondo descalabran día sí y día también, vetando un empoderamiento de la mujer que transforme a España en una sociedad más justa e igualitaria.

El ejemplo está en el vacío  con el que el propio PP desterró a Soraya Sáenz de Santamaría, dinamitando toda posibilidad de que una de las políticas más eficientes y preparadas de este país  ocupase la Moncloa, el sabotaje a Cristina Cifuentes mediante un par de acusaciones infundadas,  y la siguiente vuelta de tuerca intentando socavar a Díaz Ayuso, porque siempre ha sido más fácil ganar la carrera poniendo la zancadilla a los demás que corriendo en justa lid.

Al respecto de Cifuentes cabe recordar que quedó exonerada por la Justicia por un caso análogo al máster de Casado —que en un descuido le puede volver a pasar factura—, aunque jamás se la haya restituido pese a su veredicto de inocencia, mientras no han tenido remordimientos en readmitir a cargos condenados como es el caso de Carromero, del que no se entiende en qué luna de Valencia estaba García Egea a la hora de aplicar el código de transparencia y buenas prácticas del PP.

Aunque si hay algo que ha abierto la caja de Pandora es la incapacidad del jefe de la oposición a la hora de  diferenciar templanza de tibieza y que, en su insistencia en alejarse de Vox en lugar de recuperar los votos del centro derecha que lo alimentan, cada vez se acomode más en el regazo de Sánchez, despertando a la bestia autonómica, cuyo espaldarazo recibido en la reciente convocatoria de Castilla León, además de ensanchar su horizonte electoral, ha abierto la caja de los truenos que Génova ha intentando aplacar con una declaración de guerra fundada en absurdos, azuzando con insinuaciones ambiguas de Egea que afirma investigar y a la vez no a Ayuso, mientras Enrique López —responsable de Justicia en el PP—, se daba al piro luego de anunciar su presencia antes de que la Presidenta autonómica le diera en todos los morros, en ausencia de  un Casado en paradero desconocido, con toda probabilidad con la cabeza debajo del ala.


Outros ártigos de Míguel Mosquera Paans:

Las concertinas

Relaciones internacionales

Ministerio de tozudez

Precisiones

Los Olvidados

La última frontera

Viajeros al tren

A opinión de Míguel Mosquera Paans: ” O Enchufe “

A opinión de Míguel Mosquera Paans: ” El sexo de la pobreza “

A opinión de Míguel Mosquera Paans: ” El rédito de la mentira “

A opinión de Míguel Mosquera Paans: ” Ajeno “

A opinión de Míguel Mosquera Paans: Memoria Democrática

Non Omnis Moriar