Juan Lois Mosquera: “Las bicicletas como instrumento de trabajo “

Continuando con la relacion de trabajos  o costumbres que se fueron perdiendo en estos últimos años, vamos dedicar el comentario de hoy a rememorar la relevancia que tuvo la bicicleta en aquellos años  de 1940 hasta 1955,aproximadamente. En esa época,la bicicleta era un elemento  importante para desplazarse de un lugar a otro ,para transportar  pequeños paquetes y , en alguna medida ,  con ella se realizaban labores que, actualmente,  llevan a cabo los taxistas. Era normal escuchar este tipo de frases-Colle a bicicleta e vai a Banga levar este encargo. -Alquila unha bicicleta xa que temos que recoller un paquete en Maside.


Muchos talleres de bicicletas eran, también, una especie de parada de taxis, pues en ellos podías alquilarla por horas. Creo recordar que cobraban,más o menos ,3 pesetas  por disponer de ella una hora .( 1 Euro, ahora, equivale, a.166 pesetas). Las bicicletas de alquiler en los talleres estaban colocadas verticalmente y colgadas de una barra metálica con el fin de ocupar el menor espacio disponible y que fuese fácil subirlas o bajarlas de la misma. Encima de la rueda de atrás, fijado mediante a una horquilla ,apoyado en el piñon  de la misma, iban provistas de un sencillo portaequipajes que utilizaban los niños o adolescentes como asiento o bien iba cargado con pequeños  paquetes, que se sujetaban con unas gomas, destinadas a tal fin. 
Como curiosidad, debemos resaltar que las bicicletas, en los años citados, era obligatorio  que fuesen provistas de su  correspondiente matrícula. Si, una matrícula numerada que había que renovar todos los años, la cual se abonaba al Concello y se colocaba debajo del manillar, en su parte central, sujeta al mismo con unos alambres a los que se le ponía,como cierre,un sello de plomo, funcion que  realizaba algún  funcionario  municipal. Un concepto  similar al lacrado que  se se efectúa en Correos para algunas cartas o paquetes certificados.Si  alguna bicicleta circulaba sin la correspondiente matrícula del año en curso, los municipales que, constantemente, andaban por nuestras calles, sancionaban al dueño de la misma con una multa.Uno de los más exigentes era   el municipal Marchena.
En nuestro “, imaginario popular”,creo recordar que un vecino de Dacón, al llegar a la altura del Bar-Restaurante Pituxo, como su bicicleta iba sin matrícula, para evitar ser multado, se dirigia  al primer municipal que encontraba y le preguntaba en que lugar  podía hacerlo. El municipal,muy atento,  le respondía:- Puede matricularla, en el Concello, por la parte de atrás. 

AVANTAR ACTIVIDADES

Con la treta citada, este vecino recorria todo el pueblo ,pero sin abusar de sus viajes, no fuese suceder  que algún municipal lo reconociese y le dijese- ¿Pero usted no me preguntó ya el mes pasado,donde se matriculan las  bicicletas.?- Si , efectivamente, era yo,pero esta es una bicicleta distinta y quería asegurarme si se siguen matriculando en las mismas dependencias, detrás del Concello. 
A manera de versos sueltos , podríamos recordar de nuestro  “imaginario popular”: Las bicicletas  se aparcaban en cualquier lugar del pueblo, apoyadas en las paredes de los edificios  o en las columnas  de los soportales. Todavia no se usaban los candados de seguridad  colocados en los radios. En aquel tiempo, la mayoria  de los carballineses de cierta edad, recordamos las puertas de nuestras  viviendas abiertas durante todo el día y  era ,únicamente,  por la noche cuando se  cerraban   con las llaves por dentro. Con cierta frecuencia,  principalmente, en los días de feria, se robaba alguna  bicicleta,noticia que,enseguida, corría por el pueblo de boca en boca. En los talleres se arreglaban los pinchazos, se enderezaban los radios, se ajustaba la cadena y se revisaban las zapatas de los frenos. Por cierto,todas  las bicicletas eran de dos piñones  y no existían la palanca de cambios y demás  dispositivos  como velocimetros, medidores de esfuerzo realizado y en estos últimos años algunas  ya vienen provistas de motores eléctricos.
Bastantes carballineses recordarán un trágico accidente de bicicleta ocurrido en el cruce de la Casa-Restaurante Gazpara y la taberna  del Moucho ( padre y abuelo de los Garrigas), en el cual falleció  un adolescente de Veiga que circulaba por esa zona. Hoy  tendría  sobre 80 años y al que todos los de mi generación  conocíamos por el apodo de” Turulo”.
Apenas había bicicletas adaptadas para mujeres, sin la barra horizontal. Las utilizábamos en el verano para desplazarnos  a las fiestas de los alrededores (Lago,Godas,Maside,Garabás,  Listanco,etcétera, con  nuestros 15-17 años).

Con alguna frecuencia,  en la bicicleta íbamos tres adolescentes: uno sentado en el sillín y era responsable  de los dispositivos de la misma ( manillar, frenos delanteros y traseros, y el faro de luz en los regresos, ya de noche cerrada), otro sentado de medio lado, en la barra horizontal   y el tercer ocupante , sentado  en el porta equipajes, acoplado al piñón de la rueda trasera.
En nuestro ” imaginario popular”, como Talleres de bicicletas podemos citar  entre otros: frente  a la antigua CHEDA, ( calle Aldara) el del Francisco  que tuvo como empleados-  aprendices- a los hermanos  Benito y Andrés,  los cuales se independizaron y se  instalaron  frente al Bar- Restaurante Pituxo. Posteriormente  estos hermanos también montaron sus propios negocios y uno de ellos  lo amplió  a la venta de , principalmente, ropa deportiva y, actualmente, sus locales, adoptaron el nombre genérico ”  Deportes Ucha”.

Taller del Agelino ( padre del ya fallecido Gely), situado en la Alameda, próximo  al Hotel Arenteiro. Uno de los primitivos  Talleres  de bicicletas lo regentaba ( venido de Pontevedra) Valentin Coucelo ” El  As del pedal” ( participaba en carreras ciclistas de aficionados  y me cuentan que se casó  en Dacon con una chica de los denominados Gaylan).
Lector, quizás,  se pudiese establecer  un cierto paralelismo  entre un recorrido en bicicleta y el discurrir  de nuestra propia vida. De niños andamos despacio  para superar los pequeños obstáculos  que encontramos en nuestro camino, de jóvenes y adultos,  circulamos ya con soltura y cierta velocidad ( más de prisa si tenemos buena salud) despacio si sufrimos   alguna enfermedad ,pero dicen muchos médicos y terapeutas que ,para no caerse, lo importante  es  no dejar  de pedalear nunca, aunque sea muy lentamente ,para  que  la bicicleta y la vida  continúen. Juan Lois Mosquera. 

Juan Lois Mosquera


Nota Música sugerida : Ignaz von Biber, Passacaglia


Curriculum de Juan Lois Mosquera :

Nacido en 1942-Bachillerato por libre en Colegio Isabel La Católica. Preuniversitario Instituto Otero Pedrayo de Ourense. Estudios de Perito Industrial Electricidad en Vigo ( los actuales Ingenieros Técnicos). Actividad profesional en la multinacional Siemens-Vigo (30 años) y Redcom – Vigo (Empresa de Telecomunicaciones). Desde su jubilación en el año 2.001,reside en O Carballiño. 

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