Continuando con la relacion de trabajos o costumbres que se fueron perdiendo en estos últimos años, vamos dedicar el comentario de hoy a rememorar la relevancia que tuvo la bicicleta en aquellos años de 1940 hasta 1955,aproximadamente. En esa época,la bicicleta era un elemento importante para desplazarse de un lugar a otro ,para transportar pequeños paquetes y , en alguna medida , con ella se realizaban labores que, actualmente, llevan a cabo los taxistas. Era normal escuchar este tipo de frases-Colle a bicicleta e vai a Banga levar este encargo. -Alquila unha bicicleta xa que temos que recoller un paquete en Maside.
Muchos talleres de bicicletas eran, también, una especie de parada de taxis, pues en ellos podías alquilarla por horas. Creo recordar que cobraban,más o menos ,3 pesetas por disponer de ella una hora .( 1 Euro, ahora, equivale, a.166 pesetas). Las bicicletas de alquiler en los talleres estaban colocadas verticalmente y colgadas de una barra metálica con el fin de ocupar el menor espacio disponible y que fuese fácil subirlas o bajarlas de la misma. Encima de la rueda de atrás, fijado mediante a una horquilla ,apoyado en el piñon de la misma, iban provistas de un sencillo portaequipajes que utilizaban los niños o adolescentes como asiento o bien iba cargado con pequeños paquetes, que se sujetaban con unas gomas, destinadas a tal fin.
Como curiosidad, debemos resaltar que las bicicletas, en los años citados, era obligatorio que fuesen provistas de su correspondiente matrícula. Si, una matrícula numerada que había que renovar todos los años, la cual se abonaba al Concello y se colocaba debajo del manillar, en su parte central, sujeta al mismo con unos alambres a los que se le ponía,como cierre,un sello de plomo, funcion que realizaba algún funcionario municipal. Un concepto similar al lacrado que se se efectúa en Correos para algunas cartas o paquetes certificados.Si alguna bicicleta circulaba sin la correspondiente matrícula del año en curso, los municipales que, constantemente, andaban por nuestras calles, sancionaban al dueño de la misma con una multa.Uno de los más exigentes era el municipal Marchena.
En nuestro “, imaginario popular”,creo recordar que un vecino de Dacón, al llegar a la altura del Bar-Restaurante Pituxo, como su bicicleta iba sin matrícula, para evitar ser multado, se dirigia al primer municipal que encontraba y le preguntaba en que lugar podía hacerlo. El municipal,muy atento, le respondía:- Puede matricularla, en el Concello, por la parte de atrás.
Con la treta citada, este vecino recorria todo el pueblo ,pero sin abusar de sus viajes, no fuese suceder que algún municipal lo reconociese y le dijese- ¿Pero usted no me preguntó ya el mes pasado,donde se matriculan las bicicletas.?- Si , efectivamente, era yo,pero esta es una bicicleta distinta y quería asegurarme si se siguen matriculando en las mismas dependencias, detrás del Concello.
A manera de versos sueltos , podríamos recordar de nuestro “imaginario popular”: Las bicicletas se aparcaban en cualquier lugar del pueblo, apoyadas en las paredes de los edificios o en las columnas de los soportales. Todavia no se usaban los candados de seguridad colocados en los radios. En aquel tiempo, la mayoria de los carballineses de cierta edad, recordamos las puertas de nuestras viviendas abiertas durante todo el día y era ,únicamente, por la noche cuando se cerraban con las llaves por dentro. Con cierta frecuencia, principalmente, en los días de feria, se robaba alguna bicicleta,noticia que,enseguida, corría por el pueblo de boca en boca. En los talleres se arreglaban los pinchazos, se enderezaban los radios, se ajustaba la cadena y se revisaban las zapatas de los frenos. Por cierto,todas las bicicletas eran de dos piñones y no existían la palanca de cambios y demás dispositivos como velocimetros, medidores de esfuerzo realizado y en estos últimos años algunas ya vienen provistas de motores eléctricos.
Bastantes carballineses recordarán un trágico accidente de bicicleta ocurrido en el cruce de la Casa-Restaurante Gazpara y la taberna del Moucho ( padre y abuelo de los Garrigas), en el cual falleció un adolescente de Veiga que circulaba por esa zona. Hoy tendría sobre 80 años y al que todos los de mi generación conocíamos por el apodo de” Turulo”.
Apenas había bicicletas adaptadas para mujeres, sin la barra horizontal. Las utilizábamos en el verano para desplazarnos a las fiestas de los alrededores (Lago,Godas,Maside,Garabás, Listanco,etcétera, con nuestros 15-17 años).
Con alguna frecuencia, en la bicicleta íbamos tres adolescentes: uno sentado en el sillín y era responsable de los dispositivos de la misma ( manillar, frenos delanteros y traseros, y el faro de luz en los regresos, ya de noche cerrada), otro sentado de medio lado, en la barra horizontal y el tercer ocupante , sentado en el porta equipajes, acoplado al piñón de la rueda trasera.
En nuestro ” imaginario popular”, como Talleres de bicicletas podemos citar entre otros: frente a la antigua CHEDA, ( calle Aldara) el del Francisco que tuvo como empleados- aprendices- a los hermanos Benito y Andrés, los cuales se independizaron y se instalaron frente al Bar- Restaurante Pituxo. Posteriormente estos hermanos también montaron sus propios negocios y uno de ellos lo amplió a la venta de , principalmente, ropa deportiva y, actualmente, sus locales, adoptaron el nombre genérico ” Deportes Ucha”.
Taller del Agelino ( padre del ya fallecido Gely), situado en la Alameda, próximo al Hotel Arenteiro. Uno de los primitivos Talleres de bicicletas lo regentaba ( venido de Pontevedra) Valentin Coucelo ” El As del pedal” ( participaba en carreras ciclistas de aficionados y me cuentan que se casó en Dacon con una chica de los denominados Gaylan).
Lector, quizás, se pudiese establecer un cierto paralelismo entre un recorrido en bicicleta y el discurrir de nuestra propia vida. De niños andamos despacio para superar los pequeños obstáculos que encontramos en nuestro camino, de jóvenes y adultos, circulamos ya con soltura y cierta velocidad ( más de prisa si tenemos buena salud) despacio si sufrimos alguna enfermedad ,pero dicen muchos médicos y terapeutas que ,para no caerse, lo importante es no dejar de pedalear nunca, aunque sea muy lentamente ,para que la bicicleta y la vida continúen. Juan Lois Mosquera.
Juan Lois Mosquera
Nota Música sugerida : Ignaz von Biber, Passacaglia
Curriculum de Juan Lois Mosquera :
Nacido en 1942-Bachillerato por libre en Colegio Isabel La Católica. Preuniversitario Instituto Otero Pedrayo de Ourense. Estudios de Perito Industrial Electricidad en Vigo ( los actuales Ingenieros Técnicos). Actividad profesional en la multinacional Siemens-Vigo (30 años) y Redcom – Vigo (Empresa de Telecomunicaciones). Desde su jubilación en el año 2.001,reside en O Carballiño.
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